El Domingo pasado hacia sol. El aire era limpio, quieto, sin rastro de humedad que entorpeciera mirar a lo lejos; la temperatura, excelente, ese suave fresco que no molesta a la larga y que permite ponerse sin sudar la ropa necesaria. Un día de libro para ir en moto.
El Domingo pasado pensaba en eso mientras hacía una larga cola en un parque temático al que había ido acompañando a mi familia.
No me sabía mal perderme un posible día motero ideal, o si?. Lo que me condujo a pensar que ahora que tengo una moto tragamillas para ir al fin del mundo; que con los años he ido comprándome casco, botas, chaqueta, maletas, etc decentes; que dispongo del saldo suficiente como para permitirme un almuerzo y cama de vez en cuando... es cuando voy en moto menos que nunca. ¡Y menos mal de las tardes moteras y las escapadas largas que aún no consigo encajar en el apretado calendario familiar!
Hay gente que no quiere casarce/independizarce hasta que tienen un piso centrico de 120 mt2 con muebles de roble o que no se compran una moto hasta que han ahorrado lo suficiente para pagarce una "hipermoto" y su correspondiente equipamiento a juego.
Me parece muy bien que lo hagan así, que ahorren, que prefieran renunciar antes que gastarce un dinero que nunca recuperarían en algo que no termine de satisfacerles del todo, que sepan tener paciencia. Me parece muy bien aunque discrepo completamente de ese planteamiento. La vida no es eterna, y las oportunidades que pierdes ahora, quien sabe si volveran a repetirse. Y en el tema motero, a diferencia de muchas otras cosas de la vida, puedes gozar ahora algo que no es del todo a lo que aspiras, y aún así, no perderás un ápice de placer cuando consigas hacer realidad tu sueño; incluso puede que lo valores más aún a partir de la experiencia.
Para resumir y concretar, creo que cualquier moto es mejor que ninguna moto; que tener una moto que no colme tus deseos no impedirá que disfrutes de esa maravilla cuando la consigas, más bien al contrario; que más vale cualquier moto hoy que quíen sabe si supermoto mañana, que el día se termina a las doce de la noche, y el reloj no volvera atrás para dejarte hacer lo que quizás mañana querrías haber hecho hoy.
Los caballos carenados, equipamientos high-tech, navegadores, buen asfalto, etc ayudan al placer de viajar, pero se puede hacer perfectamente sin ellos, y se pueden disfrutar las curvas sin suspensiones regulables ni frenos radiales.
No dejes para mañana el placer motero.
(Josep M. López Besora, Reflexiones moteras, Revista Solo Motos N°294, resumen Mc Cuack)