He de suponer que muchos de ustedes conviven, disfrutan y aman cada día a uno de los mas incondicionales y fieles compañeros que podemos llegar a tener, nuestras mascotas. Los amantes de los perros los ponen por sobre los gatos, argumentando que son mas demostrativos, que interactuan mas, que son mas compañeros e inteligentes, que cuidan la casa, que avisan cuando viene alguien, "les falta solo hablar" dicen... a su vez los gatunos defienden a morir su independencia, su calidez, su limpieza, su ronroneo, su mirada, su elegancia, su capacidad de cazadores, hasta de místicos los tratan... eso es el enamoramiento humano, el destacar todas la virtudes que brillan pasando por alto los puntos bajos ( pelos, fecas, ruidos, destrozos... en fin)
Pero ambos grupos desembocan en el mismo mar, el amor incondicional y a toda prueba, la alegría de llegar y encontrarlos ahí, esperando a sus amos, moviendo su cola o ronroneando, trayendo su juguete regalón o pasando sus cuerpos por nuestras piernas, o saltando para que los tomemos. Con sus besos, sus tirones, sus ladridos o maullidos. Quien no ha alegado cuando al salir de la casa unas patas dejan un sucio recuerdo en sus ropas, quien no ha reclamado por el campo minado que aparece en el jardín lleno de desechos de los niños, o el minino por sobre la mesa del comedor "hurtando" la cena... pero hagamos la linea al final de la suma, sin duda siempre es y sera de números azules, balances positivos por la capacidad de entrega que ellos tienen, por su mirada expresiva y dulce, por sus besos y caricias desinteresadas, por su compañía, por su entrega, por ese lazo único e irrepetible que nace y crece entre cada dueño y su siempre fiel e incondicional a toda prueba... familia animal.
Sir Mc Cuack